“LAS DUDOSAS INFLUENCIAS ORIENTALES EN EL BAILE FLAMENCO”
La danza es la madre de todas las artes
y que la música y la poesía exísten en el
tiempo, la pintura y la escultura en el
espacio, pero la danza vive en el tiempo
y en el espacio.
Curt Sachs
Cuando leo algo que se ha escrito sobre los orígenes del flamenco, algunas veces me quedo como anonadado, sin respiración, incluso me creo torpe y que mi capacidad entendedora no está lo suficientemente desarrollada como para entender esos escritos que sobre el flamenco hay.
Este trabajo mío promovido por la lectura del artículo de Iris Brikey (alemana) en la revista “anda” nº 16 y el mismo artículo han salido a la luz en la Revista de la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Cádiz en su número 9, en el cual se escribe sobre las influencias que tiene el flamenco de las danzas antiguas de la India. Trabajo que la señora Brikey ha hecho maravilloso, con un conocimiento muy hondo de las danzas indias, pero que a mí no me llegó al corazón, el “DUENDE” no vino cuando leí su trabajo. El porqué, quiero decirlo claro y poniendo detalles por detalles, y los puntos sobre las íes, detalles que son míos, como yo veo el origen del baile flamenco, que lo estoy viendo desde mi nacimiento, que también lo he practicado, aunque nunca llegué a nada dentro de la danza o baile, como se le quiera llamar, pero al baile flamenco digo queriéndolo con todo mi corazón.
Quiero hacer una aclaración de lo que antes he dicho: danza o baile, como se le quiera llamar, que se puede hacer de las dos maneras porque el que baila está danzando, son dos palabras que se usan como sinónimas en algunas ocasiones, por ejemplo, en el flamenco se usa más la palabra baile, mientras que en otras demostraciones se le llama danza. Para mi la danza es aquella expresión la cual tiene una coreografia preparada, estudiada, incluso con mucha delicadeza y riqueza en los movimientos posturas, mientras que el baile es mover el cuerpo, los pies, los brazos acompasádamente con arte, y que muchas de las veces son creaciones personales, por eso creo que la palabra danza es el nombre propio de este Arte, y el baile es la ejecución de lo que se llama danza.
Y siguiendo con el tema principal de este trabajo, quiero dar a conocer unas palabras del libro “Teoría y práctica del baile flamenco” de la autora: T. Martínez de la Peña, en el capítulo “Origen del baile flamenco: su evolución histótica” pag. 23, que dice:
“No hay vestigios de entronque con orígenes míticos o religiosos: ni con cualquier institución social antigua, y no tiene semejanza con las manifestaciones folklóricas de otros países que puedan servir de comparación”
Yo después de leer estas palabras de la autora Martínez de la Peña estoy de su parte, porque sus palabras me llenan más que muchos escritos que tenemos sobre el tema.
Cuando se escribe sobre el flamenco, en este caso el baile, se usa mucho la palabra “ORIGEN” y algunas veces la palabra “INFLUENCIA” y muy poco la palabra “SIMILITUD”, cuando esta última es precisamente la que hay que usar en las investigaciones del flamenco.
Yo sé que el tema flamenco es muy sugestivo, con esa oscuridad, con esa fuerza tan misteriosa, y esas enormes incógnitas que hacen su estudio bastante difícil. Hay flamencólogos y estudiosos intentando resolver ese misterioso mundo del flamenco, pero esas investigaciones, las que hay hasta la fecha, solo se reducen a hipótesis y vanas conjeturas que al final no aclaran nada.
De todas las artes dicen que la más antigua es la danza. El baile flamenco es parte de la danza, es muy joven; los primeros datos que se tienen sobre el baile flamenco datan del siglo XVIII o principios del XIX, y no creo absolutamente que en ese periodo haya tenido el baile flamenco esas influencias que se le acoplan de esas manifestaciones folklóricas de otros países. Esos acomplamientos, lo escribo en plural porque ya he leído otras veces que los movimientos corporales de las bailarinas o bayaderas indias, son muy parecidos a los movimientos de las bailaoras flamencas, incluso en los bailaores.
Veo y leo en la revista ¡anda¡ antes citada, que tengo en estos momentos entre las manos, las figuras del trabajo de Iris Brikey, y tiene razón, algún parecido tienen en las posiciones de los brazos y el cuerpo, pero en las manos de las bailarinas indias cada movimiento de manos y dedos tiene un significado, por ejemplo, el gesto de la mano “Alapadha” de la página 11 de la revista antes citada, está señalizado que es como una flor de Loto abierta. En cuanto al baile indio llamado “Kathak” es para mí como si fuera un idioma: con los movimientos se pueden describir todos los gestos de las manos. En el baile en pareja se tiene comunicación entre los bailarines, incluso en el baile individual con las filigranas y gestos se están comunicando con el espectador, cosa que en el flamenco no existe.
En el flamenco cuando se baila, voy a escoger un baile parado, sin prisas, como decimos los flamencos: con compás, (por seguiriyas), el bailaor o la bailaora en este baile, u otros, no señalizan en sus movimientos que están recogiendo flores en un jardín, ni tampoco con el gesto de la mano dicen nombres de flores, en el flamenco es algo diferente lo que se siente, es algo muy interior y que sale para fuera para trasmitírselo al espectador que lo recibe también en su interior y que algunos dicen que es el “DUENDE”. (¿?)
En el libro de Joseph Crivillé i Bargalló, Historia de la música española, pág. 257, dice:
“La bailaora andaluza posee una libertad en la manera de andar, una independecia en los movimientos, un deje de todo su cuerpo que no se hallan en ninguna otra bailaora. Baila para ella misma por placer, y su braceo y su meneo en nada se parecen a los movimientos acompasados y casi geométricos de las bailarinas profesionales” (El subrayado es mío)
Lo que sí se puede asegurar es que algo de oriental tiene la danza española y el flamenco, ya que este arte nuestro tiene mucho que ver con las semillas arrojadas en la Península Ibérica por los griegos, romanos judíos, árabes, musulmanes y otras razas que dieron algo o dejaron algo para que este flamenco nuestro sea tan sugestivo y misterioso.
Lo que sí es curioso es que aquellos viajeros extranjeros, en los siglos XVIII y XIX, que fue el periodo del nacimiento del baile, Dumas, Davillier, Beaumarchais, Townsend, Swinburne y otros muchos, que en sus escritos-relatos, que son una fuente de información muy importante, no hagan mención de las influencias de las danzas indias en los bailes de aquella época como son los boleros, zarabandas, chaconas, ole, seguidillas y otros, escriben sobre lo oriental que las danzas tienen, que creo que después de ochocientos años de dominación árabe no tiene más remedio que haberla, pero no escriben que el flameco tenga orígenes orientales, que eso es otra cosa. Influencia y Origen son dos palabras diferentes, lo digo para que no haya confusión.
La descripción que hace Davillier sobre los brazos de una bailarina es esta:
“...sus brazos, ora medio extendidos, ora doblados con suavidad, se alzan y bajan y siguen graciosamente las ondulaciones del cuerpo.” Y atraido por el gracioso baile de otra bailarina, describe su baile así: “... apenas cambiaba de sitio, agitando sus brazos con una gracia perezosa y dando a su cuerpo unas encantadoras inflexiones. A decir verdad solo bailaba con las caderas.”
Como veis dos descripciones y como estas hay muchas más de otros escritores, pero no he podido leer en los escritos o relatos de estos amantes del flamenco, el orientalismo-origen del baile flamenco. Davillier no menciona para nada ese lenguaje corporal de las bayaderas indias, y ellos vieron las danzas y bailes casi desde su nacimiento. Yo no he encontrado nada en los escritos de estos señores que se refieran a las influencias u origen de las danzas indias con los bailes que habían en la época que ellos estuvieron en nuestra tierra, que casi siempre fue Andalucía.
Lo único que hicieron estos señores fueron comparaciones con bailes o danzas de otras manifestaciones folklóricas, y aquí va un ejemplo: En 1871, el etnólogo R. Müllenhoff, comparaba unas danzas, que se bailaba en un pueblo llamado Obejo, en la provincia de Córdoba, llamadas “Danzas de Salíos” con las danzas de espadas de Alemania y norte de Europa. Estas danzas de espadas, en la provincia de Córdoba, son las únicas que hay en Andalucía. Como se puede observar, comparaciones se pueden hacer, pero no afimaciones como se suelen hacer. Como este trabajo es para los aficionados alemanes al flamenco, quiero decirles el porqué yo no creo en las influencias de las danzas indias, ni tampoco de la raza gitana, en el baile flamenco. El porqué de mi negativa voy a decirlo ahora mismo, si los gitanos, que según algunos, son los que dieron esas influencias orientales a los bailes flamencos, creo que lo hicieron bastante tarde, y esta es la razón.
Más de quinientos años hace que vinieron a la Península Ibérica, trescientos años más tarde sale a la luz el flamenco con influencias orientales, para mí un poco raro, los gitanos, que se olvidaron de su folklore, de su idioma, pero no se olvidaron de las características de sus bailes orientales, Raro, Rarísimo, así lo creo yo y no voy muy descaminado.
Kurt Sachs, acerca de las características del baile flamenco dice:
“...es un baile individual lo mismo en el hombre o mujer indistintamente, y cuando se baila en pareja es a consecuencia de su coreografía y de la escenificación. El baile flamenco es introvertido, de movimientos, con tendencia hacia el suelo sin grandes desplazamientos ni saltos. Es danza abstracta sin tema que se deba desarrollar, ni acciones que se deban imitar”
Como veis, Kurt Sachs no dice nada del orientalismo indio ni gitano, incluso dice que es un baile abstracto y que no imita a nada ni a nadie.
Ahora quiero dar unos datos sobre estas razas (gitana) y lo digo en plural, porque fueron varias, no solo Sinti y Roma señora Brikey, datos que yo los creo muy interesantes para este trabajo de aclaración de la cultura flamenca, y son los siguientes: Lo primero es que antes de venir por España los gitanos ya habían invadido Alemania. Aproximadamente hacia el año 1417, empezaron a verse por Alemania gentes de tez negruzca y con vestidos sucios y harapientos, que el vulgo calificaba de tártaros, según escribe el teólogo y cosmógrafo de aquella época, Sebastián Münster (1489-1552), en su Cosmographia Universalis. El escribe sobre esta raza después de varios años de estudio y dice que eran muy ignorantes, analfabetos y cuando se les preguntaba sobre su procedencia, decían que venían de Egipto Menor, que era lo que les decían sus mayores, pero ellos no sabían donde estaba Egipto Menor.
Egipto Menor o Pequeño Egipto era una colina cercana a Modon en la cota de Mesenia, en Grecia. Según libros consultados, los gitanos entraron en Europa con el siguiente itinerario: Grecia, Rumania, Hungría, Bohemia y Moldavia, Alemania Polonia y Lituania, Francia y España. Y del Pequeño Egipto (Grecia) provienen los títulos nobiliarios que ellos mismos se dieron, a ser el país Europeo que primero pisaron. La historia de que ellos venían del otro Egipto y de los Faraones, es otra historia, o mejor dicho otra hipótesis que no aclara nada.
Ahora voy a citar algo curioso del libro Diccionario gitano. Sus costumbres, del profesor José María Llorens, sobre unos de estos grupos que se internaron en Alemania, compuesto por los duques Mihali, Andrash y Pamuel. Original y curioso monumento histórico de esta banda es la tumba del Duque Pamuel; del Conde Pedro y del Conde Juan; la del primero se encuentra en Steinbach; cerca de la ciudad de Fürsternau con una inscripción que reza así:
Al noble Señor el señor Pamuel,
Duque del Bajo Egipto
Y Señor del Cuerno del Ciervo.
El segundo monumento fue erigido en 1453, en Bautna para perdura la memoria del Conde Pedro de Kleinschild, y el tercero fue erigido en 1498, para honrar el recuerdo del Conde Juan de Bajo Egipto. Sobre las tumbas de los dos primeros se encuentran esculpidos un par de curiosos blasones. Quiero dar los datos de la llegada de los gitanos a España, porque es muy importante para unas preguntas que quiero exponer. La llegada de los gitanos a Barcelona, porque entraron por el Pirineo catalán, fue según Los anales de Cataluña, de Narciso Feliu de la Peña, señalan la fecha del día 11 de Junio de 1447, llevan cartas credenciales del Papa para poder viajar por los estados españoles camino de Santiago de Compostela en peregrinación. Y según estos datos, los gitanos estuvieron en Alemania treinta años antes que aquí en España, incluso hoy, según estadística, hay una aproximación de 250.000 personas de esta raza en Alemania, y ahora vienen mis preguntas:
¿Por qué en Alemania no hay ni cante, ni bailes flamencos?
¿Por qué habiendo llegado antes los gitanos a Alemania que a España,
no hay danzas con rasgos orientales?
Estas preguntas son fáciles de contestar, porque no son de ellos ni las danzas, ni el baile flamenco, ellos aprendieron aquí, y los rasgos orientales que tiene el baile andaluz, son de antes de la llegada de la raza calé. Por eso doy una negativa a las influencias de las danzas indias en nuestros bailes, lo único que no puedo negar es que hay unas similitudes y unos movimientos muy parecidos, como lo hay con otras danzas folklóricas de paises, algunas veces bastante alejados unos de otros.
Decía Cervantes que había varios tipos de bailes o danzas gitanescas, o mejor dicho bailada por gitanos, pero todas tienen un aire completamente español. Es decir, que los gitanos en este orden son, según el testimonio cervantino, poco originales.
Hay dos preguntas en el libro de Manuel Barrios, titulado Proceso al gitanismo, pags. 46-47 que quiero copiar porque es para mi de nucha valía para meditar sobre la creación del cante y del baile, dice así:
“¿Cómo van a ser los gitanos conservadores de un cante, creado por ellos, si no han sabido conservar algo más importante, como es su habla, su jerigonza?”
Los gitanos no han sabido conservar su idioma, porque lo que ellos hablan hoy, es una mezcolanza de palabras del caló y la jerga rufíanesca Germanía.
La segunda pregunta es:
“¿Cómo, entonces, van a ser los legatarios y conservadores de algo que , por tradicióm oral- desconfiemos de la tradición oral- resulta prácticamente imposible?”
Aquí solo queda meditar.
Después de dar unos datos, que son algo de historia sobre los llamados creadores de nuestro Arte, voy a seguir con el trabajo de Iris Brikey, en el apartado “Los calés. Cantos y ritos de la India” dice que la seguiriya tiene un parecido muy fuerte en las formas con el canto indio “Tappa” y también parece ser que “Toná” (un palo del flamenco) y “Tona” india, tengan algo que ver una con la otra. Desde luego pintoresquismo no falta en los escritos sobre este arte nuestro, ya que en mi anterior trabajo saqué a relucir lo que el señor Espinos Guerrero, en la revista de Flamencología de la Universidad de Cádiz nº 5, decia:
“...que en una isla de Asia (Ceilán) habían cantes que podrían ser los orígenes de los nuestros, (Martinetes, Tonás, Deblas) y yo pienso, que como esto siga así, cualquier día leo que un cura budista canta po alegrías, diciendo que eso lo cantaban ellos hace por lo menos cuatro mil años, y que me perdonen los curas budistas por haberlos escogidos de ejemplo”.
Quiero hacer una aclaración para aquellas personas que están fuera del ambiente flamenco o son aficionados fuera de nuestras fronteras, que hay palabras en el lenguaje flamenco con unas alteraciones que para ellos son desconocidas, por ejemplo: “Tonás” citada anteriormente, no es una palabra completa, es una alteración de la palabra “Tonada”, española cien por cien y que según el Diccionario de la Lengua significa: composición métrica para cantarse. Música de esta canción. Esta palabra: “Tonada” no es gitana, ni india, ni tiene sabor oriental, es una palabra culta del castellano, como también le pasa a la palabra “Soleá” que en castellano es “Soledad”, pero fuera de nuestras fronteras todos estos fallos humanos se pueden perdonar, porque no está hecho con maldad, solo es una forma de ver lo español desde otro plano muy diferente al nuestro, nosotros que vemos, leemo, incluso participamos algunas veces de este arte llamado flamenco y decimos tantas barbaridades y las escribimos, para esos no hay perdón, lean ustedes lo que escribe Angeles Arranz del Barrio, en su libro El baile Flamenco, pág. 21:
“El flamenco es la expresión del pueblo gitano-andaluz, una
inspiración popular profundamente arraigada en la cultura
hispano-andaluza que se manifiesta a través del cante, del
toque y del baile” (El subrayado es mío)
Según la autora del libro, la expresión flamenca de los gitanos se metió de lleno en la cultura nuestra porque seguramente nosotros no teníamos nada.
Y en la página 47 escribe:
“Es un lenguaje de siglos de vida enraizada en las vivencias
y la cultura del pueblo español; transmitida de generación en
generación” (El subrayado es mío)
Aquí la autora del libro parece que se arrepiente de lo dicho antes o no sabe lo que se dice, mejor dicho lo que escribe, decir que la cultura flamenca está enrizada en nuestra vida desde hace muchos siglos y que fue transmitida de generación en generación, entonces, no puede ser de los gitanos esa expresión de la antes hablaba.
Se habla de numerosos siglos de vida española y quiero retroceder en el tiempo y llegar incluso hasta la “Iocosa Gades” (hoy Cádiz) donde los patricios romanos con sus paganismo erótico, fundad en su suelo la villa de Venus donde danzan inimitables las “Puellae Gaditanae”, danzas lascivas, pero son españolas, no son expresiones de otros pueblos, son muestras porque los andaluces de la parte occidental de la costa atlántica, tenemos más de tres mil años de existencia, más de tres mil años de música, más de tres mil años de baile, y como decía la escritora del libro antes citado, hemos transmitido todo este arte y cultura de generación en generación.
El cultivo del baile y de la danza en nuestra tierra es asunto enraizado en un lejanísimo pasado. En nuestro suelo hay testimonios fehacientes en la prehistoria de esta tierra. Del periodo neolítico se han conservado algunas representaciones de tipo esquemático en Cueva Ahumada (Cádiz), y de seguir con la historia tenemos que resaltar otra vez, el culto y devoción a la danza en el suelo hispano en el tiempo de la España romana. Tenemos las noticias y citas de aquellos famosos escritores: Tito Livio, Estrabón, Plinio el Joven, Silio Itálico, etc..., que aportan testimonios de aquellos bailes y de aquella gran afición a las danzas.
La historia del baile continuamente ha estado evolucionando paso a paso pero siempre en contacto con otras manifestaciones y recogiendo formas para llevarlas a la gran familia flameca, tenemos ejemplo, del folklore galaico-astur, tenemos del Caribe, incluso del mismo folklore andaluz hay formas en la familia flamenca, y un largo historial que sería una buena lista para poder hacer un libro, así que vamos con las transformaciones que el flamenco ha tenido.
Desde luego nunca se le preguntó a la raza calé como había que hacer esas transformaciones y esos cambios que el baile ha tenido, yo no creo que Vicente Escudero no preguntaría a esos calés cuándo introduce el baile por Seguirilla, ni tampoco cuando Pilar López baila por primera vez los Caracoles sobre compás básico de alegrías, ni tampoco cuando Antonio hace el baile por Martinetes, ni cuando Antonio Gades hizo su “Carmen” que revolucionó a media Europa. Desde luego, tenemos entre la raza gitana grandes artistas flamencos dentro del baile y de la danza, no hay que dudar que hay grandes intérpretes y coreógrafos muy buenos, por eso no doy nombres, porque son muy conocidos de todos los aficionados, pero, ninguno, ni payos ni gitanos, lo repito, ni payos ni gitanos, han fijado unas normas para que el baile flamenco tenga influencias orientales indias en sus danzas. Ahora para terminar solo quiero decir unas palabras que no quiero que sirvan para que se ofenda nadie, quiero que se mediten con ellas para que yo pueda salir de dudas si tengo razón o soy un equivocado, esto se lo pido a los flamencólogos, como escribía Luis López Ruiz en la Revista de Flamencología de Jerez nº 9, pag. 3. Flamencólogos teorizantes y literarios, rebautizados con chunga como “flamencólicos”, a esos flamencólicos no quiero preguntarles nada. Ellos, los gitanos, hacen solo algo más de quinientos años de su llegada a España y hasta la fecha no se ha podido averiguar con fijación absoluta, de dónde son, quiénes son, cómo vinieron y qué trajaron, estas son mis palabras. POR FAVOR, MEDITAR.
Francisco Prats Bernardi
“PACO DE CÁI”
Puerto Real (Cádiz) 1999